CARTA V - ¿Qué hago con el amor?
Roxana
Amada, el reloj confiesa que son las 11:15 de la oscura noche de este 21. Os confieso que tengo mucho frío y que daría mil lunas por el instantáneo sol de tu cuerpo. No ha culminado el día, por lo que debo anotar esta carta como la marcada para hoy. Diréis que eso de la fecha tiene poca o ninguna importancia, pero sí la tiene para quien escribe, porque vuelco estas letras para pulsar nuestro acontecer amoroso al sentir necesidad de auscultar el cuerpo en esta enfermedad de adoración por vos... ¿Sabéis que cuando comienzo a escribir sólo tengo ante mis ojos una angustiante página en blanco? Así es, y es entonces cuando enfrento mis emociones y dejo que ellas galopen a su antojo, como esos caballos indómitos que anhelan la libertad para marcar nuevos rumbos.
Hoy, Cielo, tengo pocas cosas que contaros, sólo atino a deciros que he tenido un lindo día, un esplendoroso sol quemando mis pisadas mientras os recordaba... un eterno pensar en vuestro rostro, en esa risa que me regaláis con el mohín de vuestros labios sensuales. Miro ese cielo azul que es tan nuestro para contemplar vuestra sinuosa figura en mi envejecida memoria; es así como se presenta ante mí la superficie de vuestro cuerpo desnudo. No puedo evitar rememorar cada momento vivido y el que nos falta por vivir.
Es posible que esta carta no la leáis en este día que anuncia su fin, porque sé que los hados os trasladan al mundo de los sueños, y es probable que nuevamente os lleven a ese mar, límpido y claro donde hicimos el amor esta mañana, en esa especie de laguna cristalina donde la arenilla blanca sirvió de blando lecho para que me entregara a vos, una vez más, dando por descontada la vuestra.
Mi Señora, no quiero terminar esta nota sin haceros una pregunta con la esperanza de que podáis responderme. ¿Qué puede hacer éste, vuestro servidor, con el demasiado amor que encierra en su pecho? En ocasiones siento que estallaré de tanto amaros, de tanto desearos, pero a la vez siento que es esa sensación sirve de gigantesco pilar para soportar la grandeza de nuestras emociones. Roxana, amada, os amo eternamente, no lo olvidéis jamás... Siempre suyo.
Hércules Savinien de Cyrano
caballero de Bergerac
2 Comments:
esta hermosa estas cartas, cyrano para mi ha sido un ejemplo de amar, sin pedir nada a cambio mas que la necesidad de hacer feliz a la otra persona, es muy buen escritor me gustaría podamos platicar también un poco de eso gracias, :)
Me parecen muy buenas pero me pregunto, las Cartas Son de tu autoria o en verdad son cartas del poeta Cyrano.
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